LA OTRA CARA DEL ENEATIPO 3 : EL «SÍNDROME DEL IMPOSTOR»


Seguramente, te sorprendería saber que unas personas tan -aparentemente-seguras de sí mismas como los Tres, sufran a menudo en silencio una afección conocida como el «Síndrome del Impostor».

El «Síndrome del Impostor« -también llamado Síndrome de Fraude-es una afección pisoclógica en el que el individuo es incapaz de reconocer sus propios logros y valía personal , lo cual lleva a un miedo permanente a ser descubierto como mentiroso- o peor aún-como un fraude. ¿Os suena? Sí. Exactamente. Es el fantasma tan temido de todos los Tres.

 ¿Alguna vez has ido a trabajar pensando que eres un fraude? ¿Estás convencido de que las personas adivinarán tus intenciones y se darán cuenta de que no sabes de lo que hablas? ¿Ningún logro es suficiente? ¿Te aterra el fracaso? ¿Tienes pánico a que te confronten publicamente sobre un tema y hagas el ridículo? Estas son algunas de las banderas rojas de este síndrome.

El Sindrome del Impostor se da usualmente cuando la persona del  Eneatipo Tres cae a lo que llamamos su Nivel Basal, en el proceso de desconexión del Ser, del Yo Real, esa capa psíquica llena de sufrimiento que ninguno de nosotros quiere ver, aceptar ni sentir, ya que supone una fragmentación, un empobrecimiento de nuestro ser y nos enfrenta a ese dolor tan profundo, tan primigenio,  al que no nos queremos enfrentar y por eso desarrollamos el Ego. Es evidente entonces que una personalidad como la de la Vanidad que está construida alrededor del éxito, los logros y la mirada del otro, tenga , en su Nivel Basal, la sensación de que es un fraude y que no vale nada. En resumen: UN PERDEDOR.

Ojo: con este artículo no quiero decir que si sufres del Síndrome del Impostor necesariamente seas un Tres; por supuesto, habrá otros Eneatipos que lo habrán sufrido en carne propia en algún momento de sus vidas (los estudios dicen que 7 de cada 10 personas lo sufren en algún momento de su vida) , pero en el Eneatipo 3 es algo bastante común. Lo que pasa es-como todo en la pasión de la Vanidad-está oculto bajo un cerrojo con siete llaves.

Para la gente con esta afección ningún logro es nunca suficiente: siempre hay que ir por más para no sentirse un fraude. Hay un miedo encubierto a no estar a la altura: una carrera profesional exitosa, logros académicos, elogios y, a pesar de todo, siguen pensando que todo se debe a una serie de "golpes de buena suerte", que pueden desaparecer en cualquier momento y exponerlos ante el tan temido fracaso y escarnio público. Los “impostores” rechazan toda demostración de éxito y piensan que es por mera suerte, es decir, estar en el lugar y el momento adecuados, o engañar a otros al pensar que son más inteligentes y capaces de lo que en realidad son. 


Si analizamos un poco el nucleo de la personalidad del Eneatipo Tres veremos claro varios factores que contribuyen a este sindrome:

-Fueron niños y niñas que han aprendido desde pequeños a destacar o a llamar la atención por sus cualidades o talentos.

-Aprendieron que el amor recibido era igualmente proporcional a los logros obtenidos.

-Por lo general, se hacian carne de las expectativas de sus progenitores sobre ellos.

-El fracaso es el monstruo tan temido.

-Desarrollan un pánico a defraudar a la gente que tiene sus ojos puestos sobre ellos. 

-Muy baja tolerancia a la crítica,  que los descoloca y los destruye.

En resumen: el caldo de cultivo perfecto para desarrollar el Síndrome del Impostor.

 La doctora Valerie Young,  pionera en el estudio de este trastorno, categorizó los comportamientos relativos al síndrome del impostor en los siguientes cinco grupos o perfiles:

  • Perfeccionista: aquellas personas que se proponen metas demasiado altas y siempre piensan que lo podrían haber hecho mejor, aunque tengan éxito. 
  • Superhumano: para cubrir sus inseguridades, estas personas creen que necesitan trabajar cada vez más, lo que puede acabar perjudicando su salud mental y su relación con los demás.
  • Genio natural: son quienes suponen que todo debe salirles al primer intento o de forma fluida, y se frustran cuando no es así.
  • Individualista: escogen hacerlo todo por su cuenta y sin pedir ayuda a los demás por temor a que se evidencien sus supuestas incapacidades.
  • Experto: consideran que no han sido honestos y tienen miedo a que los descubran.

¿Cómo superarlo? Es necesaria una visión realista de uno mismo, aprender a valorarse con objetividad, no dando tanta importancia a las opiniones de los demás, y aprender también a reconocer nuestras limitaciones y –sobre todo– nuestras capacidades.


Y hablando sobre el E3, el Miércoles 18 de Mayo a las 19 horas de España continental, en el marco del Ciclo III de la Certificación Internacional en Eneagrama Aplicado tendremos el Panel Demostrativo del Tipo 3, donde distintos panelistas de este eneatipo nos contarán en primera persona como es habitar la pasión de la VANIDAD

Apúntate en: info@peoplepotential.es

 


Un abrazo de un Tres que sufre a menudo de este síndrome.

Hasta la próxima

Gontxu

IG: @pobreniniopijo

 

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