Cuando la gente, en especial mis alumnos, me elogian como un gran comunicador , a veces, incluso a día de hoy, siento esa extraña sensación en el pecho. ¿Quién hubiera imaginado que mi yo de 8, 11, 14 o 20 años, lidiando con la tartamudez en mi infancia y adolescencia, llegaría a ser percibido como un comunicador destacado por los demás?
Hoy, el 22 de octubre, celebramos el Día Internacional de la Conciencia de la Tartamudez, una fecha que para mí cobra un significado especial, ya que fui un ex tartamudo que superó este obstáculo (aunque a veces aún, cuando estoy nervioso o al revés, sobreexcitado de alegría, "se me patina el embriague", como me decían cuando era chico).
La tartamudez es un trastorno del ritmo del habla que se manifiesta a través de disfluencias, como repeticiones y prolongaciones verbales, y la dificultad para iniciar una oración. A pesar de saber lo que queremos decir, la tartamudez puede llevarnos a una lucha interna y comportamientos de evitación. Esto puede tener un impacto significativo en nuestra vida escolar, social y laboral. Y sobre todo, en nuestra autoestima y autoimagen. Pero, como decía el gran Demóstenes, el Padre de la Oratoria, que curiosamente también era tartamudo, "El orador se forja en la lucha". Su historia es un recordatorio de que incluso aquellos que enfrentan desafíos en la comunicación pueden superarlos y destacar.
A lo largo de la historia, muchas figuras icónicas han lidiado con la tartamudez, demostrando que no hay límites para alcanzar nuestros sueños. Marilyn Monroe, Ed Sheeran, Nicole Kidman, Julia Roberts, Marc Anthony, James Earl Jones, Tiger Woods y Bruce Willis son solo algunos ejemplos de personas extraordinarias que han superado obstáculos y han llegado a la cima de sus carreras. La tartamudez no define tu valía ni tus capacidades. La verdadera fortaleza radica en la determinación para superar cualquier desafío y encontrar tu propia voz en este mundo.
La tartamudez me enseñó que la superación comienza desde adentro, reconocer nuestras debilidades y transformarlas en fortalezas. En mi caso, descubrí que la tartamudez no era una debilidad, sino una parte de lo que soy, un "superpoder". Aceptarla me permitió trabajar en mi autoconfianza y encontrar la autenticidad en mi comunicación. En lugar de evitar situaciones sociales o profesionales, enfrenté mis miedos y desafíos. En esto debo agradecerles a mis padres, que siempre me apoyaron en mi proceso de superación, y aunque sé que en el fondo les entristecía que yo fuera tartamudo, siempre me alentaron a no sentirme diferente a los demás chicos. No permití que este trastorno del habla se interpusiera entre mis sueños y yo. Quizás mi necesidad de brillar desde pequeño tuvo mucho que ver con esto, y de alguna manera, logré que mi aura de carisma ocultara esta parte de mí que me avergonzaba. Mi idea loca era «Si brillo y le caigo bien a todo el mundo, a nadie le va a importar mi tartamudez». Y la verdad es que fue un poco así.La verdad es que nunca fui dejado de lado ni sufrí un acoso insoportable. Es más, en el colegio primario y en el instituto tuve una vida social bastante activa, siempre estuve rodeado de amigos y si bien me hacían algo parecido al bullying-más en broma que para hacerme daño-, este se acababa cuando veían que yo era el primero en reírme de mí mismo (aunque por adentro me muriera de tristeza). Entre otras cosas, estudié Teatro, fui Guía de Turismo (en varios idiomas) y en una época, viajaba por todo el mundo haciendo presentaciones de los hoteles que vendía ante audiencias de cientos de personas. Hoy me dedico a dar clases, cursos y talleres. Como veréis, todas situaciones que requieren el habla.
Mucho más tarde, ya de adulto, el Eneagrama me recordó que la verdadera belleza de la comunicación radica en la autenticidad y la empatía.
Una curiosidad interesante es que la tartamudez afecta a más hombres que mujeres, según datos de la AAT. Pero es importante recordar que la tartamudez no se trata de género; afecta a personas de todas las edades y orígenes, así como a diferentes Eneatipos. Lo mejor que podemos hacer cuando interactuamos con alguien que tartamudea es escuchar sin interferir y prestar atención a lo que dice, en lugar de cómo lo dice.
Aunque la tartamudez puede representar un desafío, no limita a las personas que la experimentan en su camino hacia el éxito. Los personajes famosos mencionados son una prueba de esto, ya que han superado este obstáculo y destacado en sus respectivos campos. Es esencial promover una conversación abierta sobre la tartamudez para disminuir el estigma social y promover la inclusión, así como el respeto hacia la diversidad.
No permitas que la tartamudez limite tus sueños. La fluidez verbal no define tu valía ni tus capacidades. Más allá de las palabras, tu voz tiene un valor inmenso. La verdadera riqueza de la comunicación reside en la autenticidad y la pasión con la que te expresas. La tartamudez puede ser un obstáculo, pero también es una oportunidad para desarrollar la fuerza de carácter y la determinación que te llevarán a alcanzar tus metas. En lugar de dejar que la tartamudez te silencie, permítele ser parte de la historia que te hace único. Tus sueños merecen ser perseguidos con pasión y determinación, sin importar los desafíos que enfrentes en el camino.
En este Día Internacional de la Conciencia de la Tartamudez, celebremos la diversidad de nuestras voces y recordemos que todos, sin importar los obstáculos que enfrentemos, tenemos la capacidad de superarlos y encontrar nuestra voz única en el mundo. La tartamudez no nos define; es solo una pequeña parte de nuestra historia.
Hasta la próxima,
Gontxu
ig: @pobreniniopijo
2 comentarios:
¡Me encantó tu publicación! Tu perspectiva única distingue tu escritura. ¡Esperamos más!
PLAZA ROYAL: ¡Muchisimas gracias!
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